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: a ... ay " ORGANO DEL COMITE CENTRAL DEL PA
RTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA
Año XLVI. Núm 35. 6 de octubre, 1976 Precio: 10 Pts,
el punto
Mundo obrero en la calle
L 24 de septiembre tuvo lu-
gar en la ciudad de Palma
(Mallorca) una de las expe- riencias más importantes para todos los comunistas españoles: la venta pública, voceándolo por la calle, del períódico del P.C. “MUNDO OBRE- Ro”, '
El impacto fue extraordinario. En pocas horas las organizacignes del Partido volcadas (unos 300 militantes participaron en la acción), fueron difundidos unos 15.000 ejemplares, de los cuales una gran parte cobrado su precio. De esta manera, los comu- nistas de Palma reafirmaban no sola- mente su presencia en la calle, sino también su derecho, la “legalidad”, de poder difundir su prensa, su pro- paganda escrita.
En algunas, aunque contadas, oca- siones se han llevado a cabo expe- riencias parecidas. En Madrid con motivo de la muerte de Franco, en Asturias algunas veces, en Cataluña en la Escola d'Estiu, en muchas Uni- versidades, en diversos mítines y con- centraciones del Partido, se ha vendi- do públicamente “M.O.” y otros ma-
* seriales del P.C.E. Pero ninguna de esas experiencias ha demostrado, co- mo la que ha tenido lugar en Palma, cómo pueden y deben ser aprovecha- das las nuevas condiciones que la si-
tuación política permite. . Los dereohos de huelga y de mani- festación, los de reunión y asociación han ido conquistándose en la práctica de masas de los últimos años del fran- quismo. En algunos de ellos el empu- je de los trabajadores ha impuesto en la práctica —e incluso en las leyes— su reconocimiento, por limitativo y discriminatorio que haya sido. De igual manera, ahora, se plantea como una necesidad de primer orden la exi- gencia, e imposición práctica, del de- recho de expresión y de propaganda
escrita. En ella están interesados to- dos los sectores suciales, populares y las distintas organizaciones de la opo- sición democrática.
Para los comunistas, que tienen en “MUNDO OBRERO” un instrumen- to fundamental para su trabajo polí- tico, ideológico y organizativo, esta necesidad se plantea todavía con ma- yor urgencia. En esa vía, la generali- zación de la experiencia de Palma es probablemente el método más eficaz.
“M.0.”.
(Información en pág. 9)
Un camino desacertado
ON la sinceridad propia de las
relaciones emtre partidos que
luchamos juntos por la demo- cracia, queremos hacer ue breve comen- tario el “contrapoyecto de ley de cam- bio politico” que el PSP (Partido Socia- lista Popular) ha publicado recientemen te. El texto —redactado por la comisión jurídica de dicho partido por encargo de su secretaría general— se inicia cor una crítica al proyecto Suárez, con muchos de cuyos argumentos estamos plenamen- te de acuerdo. h
En cambio, nos hemos quedado bas- tante sorprendidos al comprobar que el contenido del “contraproyecto”, con di- terencias relativamente de poca monta, se asemeja en un grado apreciable al pro- yecto de ley presentado por el gobierno Suárez. Lo menos importante, probable- mente, es que en el “contraproyecto” del PSP se incluyan fórmulas, como la del Senado, que tienen como evidente objetivo frustrar la expresión de la vo- luntad popular,
Nuestra sorpresa, nuestra preocupa- ción, se refieren principalmente al hecho en sí de la publicación de un “contra- proyecto de ley de cambio político” que elimina, deja de lado, todas /as cues- tiones decisivas que son necesarias para que ese cambio pueda producirse. Al pa- recer, el texto ha sido elaborado “con el
propósito de establecer una base de dis-
cusión política con todas las fuerzas na- cionales y con el mismo Gobierno”... Lo decimos sin ambigúedad: no vemos en
ese “contraproyecto”” base alguna para -:
la discusión entre las fuerzas políticas; y en ningún caso para la negociación de la oposición con el gobierno. Si la oposi- ción aceptase negociar a partir de una base de ese carácter, se colocaría de en- trada en el terreno de la “reforma Suá- rez”; renunciaría de hecho a ser oposi- ción al sistema; se convirtiría en una es- pecie de oposición dentro del sistema. Exactamente lo que la oposición tiene que evitar,
En efecto, el “contraproyecto” del PSP puede dar la impresión a la opinión pública de que el tema a discutir con el gobierno es el de “articulado” de un texto de ley. Cuando se trata de algo to- talmente diferente. Precisamente porque Suárez presenta su reforma como un ca- mino para devolver la soberanía al pue- blo, la oposición democrática tiene en la actual coyuntura una responsabilidad partcular. Ella encarna, ante la opinión española y europea, la causa de la demo- cracia, de la soberanía popular. Y no puede dar al proyecto de reforma Suá- rez nada que se parezca, ni de lejos, a un
aval” de democratismo. Muy al contra-
rio, necesita demostrar que ese proyecto gubernamental tiende a no devolver la soberanía al pueblo, a prolongar un con- tinuísmo autocrático, antidemocrático.
Así lo hemos hecho, con la presenci¿ del PSP, todas las fuerzas de Coordina- ción Democrática; y lo han hecho asi- mismo otros partidos y organismos uni- tarios. En cambio, el “contraproyecto”” que estamos comentando va en sentido diferente.
Somos partidarios de que la oposición presente al país una alternativa verdade- ramente constructiva, susceptible de abrir una vía real que pueda conducir- nos a la democracia, a que el pueblo re- cobre su soberania. Para ello estamos convencidos que los partidos políticos de la oposición necesitamos desempeñar un papel creciente de elaboración con- creta de las perspectivas, de clarificación de los caminos por los que debemos
EL
MUNDO OBRERO SEMANAL
marchar. Sí, estamos en la hora de los partidos políticos, porque estamos en la hora en que la democracia deviene la exigencia más imperiosa de la vida espa- ñola. Para cumplir ese papel, nos parece fundamental tener —todos unidos— una posición clara frente al falso camino re- formista del gobierno. Y a la vez cons- truir un amplio consenso nacional para una alternativa democrática auténtica, articulada en torno a una serie de pun- tos decisivos, tales como: libertad de ac- tuación de todos los partidos y sindica- tos, libertades democráticas efectivas, como condición inmediata de la convi- vencia ciudadana y sin la cual cualquier consulta sería una farsa; amnistía sin exclusiones para todos los encarcelados por cuestiones políticas y retorno sin exclusiones de los emigrados políticos: En ese orden, la negativa del pasaporte a Santiago Carrillo y a Dolores Ibárruri atenta contra principios que son patri- monio de todos los demócratas. Un go- bierno de amplio consenso democrático. Un proceso constituyente con unas elec- ciones a Cortes Constituyentes, devol- viendo así de verdad la soberanía al pue- blo...
Sabemos que el PSP comparte muchas de estas ideas, Que las ha expresado en diversas ocasiones. Nuestra crítica a un hecho concreto responde a un deseo de claridad, ;
DECLARACIONES DE SANCHEZ MONTERO
ATENTADODE SAN SEBASTIAN
Nosotros hemos estado siempre contra el terrorismo como forma de acción política y lo hacemos sobre todo en una situación como la que vi- vimos en España. Hechos como el asesinato múltiple de San Sebastián son particularmente peligrosos para el proceso de transición pacífica ha- cia la democracia y de realización de la reconciliación nacional. Creo, in- cluso, us secundario quien lo “reivin- dica”. Lo importante sor las conse- cuenzías yus del hecho mismo se de- rivan. ,
Hay que llamar la atención sobre la circunstancia de que como sucedió cuando el atentado de la calle del Co- rreo— estos hechos ocurren casi sien.- pre en momentos difíciles para el Búnker. Estaba reciente la «decisión del Gobierno «de pasar a la reserva a los tenientes generales Díez de Men- divil e Iniesta. Sin duda una decisión
tan grave sólo puede estar motivada por causas igualmente graves. En la prensa diaria se ha informado de. la oposición de dichos generales a la po- lítica de Suárez. Ante esta situación concreta, el interés del Búnker reside en demostrar al país que el peligro no está en la extrema derecha, sino en el terrorismo de una extrema izquierda que altera el orden público, que pone en peligro la seguridad de los ciuda- danos y que, en consecuencia, exige del Gobierno la adopción de más me- didas represivas que, forzosamente, afectarían a todas las fuerzas de- mocráticas.
En resumen, el atentado sirve direc- tamente a esos fines, quienes quiera que hayan sido sus autores y los ohje- tivos que se propusieran. Esta es una razón más para que, con toda ener- gía, condenemos el atentado de San Sebastián.
MUNDO OBRERO SEMANAL
Amistosamente: sobre 0 la política sindical del PTE
__ _ _— — a
JERTA prensa —significativamente, la misma que se
QS" en minusvalorar Coordinación Democrática y
y elevar al cubo las combinaciones dichas de “centro” o
de ““derecha”— habla estos días de una supuesta persecución
de los comunistas contra el Partido del Trabajo en Comisiones Obreras.
La verdad es otra. Los comunistas somos partidarios del res- veto a las diferentes tendencias dentro del movimiento sindi- cal. Si en algunos sitios se han producido conflictos, no con los comunistas, sino con Comisiones Obreras como tales, ello es
debido a una política sindical iniciada por el P.T. contra aque-
llas, que no acabamos de explicarnos.
Comisiones Obreras en su asamblea de Barcelona, tomaron una orientación clara, consecuente con su trayectoria de mu- zhos años. Tal orientación consiste en laborar por la unidad sindical, por la creación de un Sindicato de clase, unitario, in- dependiente, democrático, con participación de las diferentes tendencias obreras.
En el período anterior, Comisiones Obreras pensaba poder lograr esa unidad por medio de un Congreso Sindical Constitu- yente, a celebrar en cuanto hubiese la necesaria libertad, en el que estuvieran presentes, con arreglo a su peso real, las diversas familias políticas e ideológicas que coexisten en el movimiento obrero, por medio de delegados elegidos democráticamente por los trabajadores.
Pero ha sucedido que antes de conquistar la libertad sindical ha comenzado a implantarse, por razones que no son del caso, la pluralidad de organizaciones. Al lado de Comisiones Obre- ras, que se han mantenido como un movimiento sociopolítico unitario, hay sindicatos como la U.G.T., U.S.O. y Solidarios Vascos. Ha surgido a última hora, oscuramente, una C.N,T, que nadie había detectado en las empresas anteriormente. Sin hablar de los intentos directos de la burocracia verticalista pór neredar el patrimonio y los enjuagues de la CNS, inventando nuevas formas orgánicas, sedicentemente libres,
Ante esa realidad que es hoy la pluralidad, y sin prejuzgar de la fuerza real de cada sindicato, Comisiones Obreras ha tenido
que modificar su estrategia para alcanzar la unidad y ha decidi-
do adoptar las formas de afiliación y de estructura propias de una Confederación sindical. Este paso era inevitable dada la imposibilidad de llegar, desde el principio, a un Sindicato uni- tario de todos los trabajadores. Y en las nuevas condiciones, de mayor tolerancia, mantenerse como un movimiento, lo que era justo bajo Franco porque permitía una elasticidad más adecua: da a la lucha en aquellas condiciones, podía conducir a una es- pecie de “gasificación” de la fuerza real acumulada por Comu siones Obreras en sus años de lucha y de AR a debilitar su potencial unificador. De ahí que pelas do con- servando su vocación unitaria, las formas asamb enn Sn la designación democrática, la soberanía de las asam 9 e conjunto de los trabajadores —sindicados O no— en cada se presa, se haya orientado a conformarse con las estructuras de
una gran Confederación sindical.
en ese mismo momento, los camaradas del P.T, se lan- * A zan por su cuenta a crear lo que bajo el abusivo nom-
bre de “sindicatos unitarios”, cerrades a su exclusiva influencia, no es más que el intento de una nueva “centralita” sindical, partidista, llegando a utilizar en casos bien concretos la amenaza para impedir hablar a hombres de Comisiones Obreras. ,
Si quieren crear unos Sindicatos del P.T., en vez de participar unitariamente en Comisiones Obreras, en proporción a su in- fluencia real, que lo digan claro. Les criticaremos, diremos que esa es una nueva tentativa de escisión, pero en definitiva si hay trabajadores que les siguen no podremos negarles ese derecho.
Pero entonces que no incordien y que digan que prefieren su pequeñito sindicato particular a ser una minoría respetada en Comisiones Obreras, con opción a devenir en mayoría si un día consiguen la confianza de ésta.
Lo que no es admisible es que pretendan estar al plato y a las tajadas.
Además de su carácter confusionista y escisionista, hay que señalar que la política sindical del P.T., tal como están aplicán- dola prácticamente, fomenta las incomprensiones del sector más atrasado de los trabajadores, de aquellos grupos que hasta
- ahora no habían participado activamente en la lucha social: el
gremialismo, con los sindicatos de oficio y el “apoliticismo”. Lo que significa volver a los tiempos prehistóricos del movi- miento obrero. Por el contrario, toda la experiencia de éste de- muestra la necesidad de grandes Federaciones de industria y de servicios, capaces de coordinar eficazmente la defensa del con- junto de los trabajadores a todos los niveles; así como de com- batir el apoliticismo, que tiende a desautorizar a los militantes obreros más conscientes, y a terminar realizando la política que conviene a las empresas, aunque para llegar a ese fin se co- mience haciendo la demagogia más descabellada.
¿Adónde conduce esa política de división de los trabajadores que ha comenzado a practicar el P.T. cuando estamos viendo la presura con que los patronos tienden a crear organizaciones únicas para defender sus privilegios? .
No es que demos demasiada importancia a las repercusiones reales de esa política que, en definitiva, debilitará al mismo P.T. Sin embargo, no se extrañen, si frente a ella, los trabajado: res de Comisiones, celosos de la unidad de sus filas, defienden ésta al mismo tiempo que luchan por llegar a una unidad todea- vía más amplia y completa de todas las tendencias obreras.
Los comunistas invitamos a los camaradas del P.T. a te :ansi- derar esa política, que parecen intentar extender a todos los movimientos de masa. Hoy la tarea de cuantos han laborado en Comisiones Obreras debería ser reforzar éstas, cumylir los acuerdos de darles la solida estructura de una Confederación sindical, con pluralismo de tendencias y democracia. Y junto a ésto, reforzar la unidad de acción sindical realizada en la C.0.S., con la U.G.T. y la U.S.O., para ir creando las condicio- nes que un día permitan poner en pie la gran central sindical, auténticamente unitaria, que los trabajadores necesitan.
La división sólo alegra a los explotadores, que prefieren tra- tar con una clase obrera fraccionada, gremialista y apolítica, que con una clase obrera unida y consciente,
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JORNADA DE LUCHA
Maturalmente, el nuevo
gobernador civil de Madrid
calificó la jornada como “un rotunda fracaso”. Y, naturalmente, el seudorreformista Rosón confundía la realidad con sus deseos... El pueblo
a Madrid desarrolló el día 1 de octubre
¡a movilización más importante, tanto cuantitativa como cualitativamente,
- fectuada en la capital del Estado español desde el final de la guerra civil,
MADRID
1de octubre
EGUN datos hechos públicos por Coordinación Democrática de Madrid —y publicados en la
prensa diaria— 200.000 obreros de las distintas ramas de la producción y varios miles de profesionales, amas de casa y vecinos de las diversas asociaciones, par- ticiparon en la “Jornada de lucha” y en la “Huelga general”, convocadas por el referido organismo unitario de la oposi- ción democrática y por CC.OO., U.G.T. y U.S.O., en protesta por el asesinato, perpetrado en la tarde del 27 de sep- tiembre, del estudiante Carlos González. Un joven demócrata muerto de un disparo por la espalda hecho por un gru- po de “guerrilleros de Cristo Rey”, esa policía paralela de la que el Gobierno Suárez, como en su día hizo también el Gobierno Fraga-Arias, dice “no poder controlar” y que, como en tantas otras ocasiones, “aún no ha sido identificado y detenido...”
Durante toda la jornada, y en un clima de gran tensión, las acciones se fueron sucediendo, poniendo de relieve el eleva- do nivel de combatividad y de concien- cia política de la población madrileña. Y
en este sentido, la respuesta del movi- .
miento obrero a la convocatoria de huel- ga general fue, realmente, impresionan- te, llevando a cabo una verdadera oleada de paros, asambleas, concentraciones y marchas...
La huelga general tuvo su mayor inci- dencia en el sector de la construcción, donde pararon 70.000 obreros, lo que equivale a un 80 por cien de su actual censo de población laboral con empleo; metal, donde se registraron huelgas to- tales y parciales, trabajo a ritmo lento, y desalojos en 37 empresas, entre ellas Standard ITT, CASA, Pegaso, Marconi, Isodeletc; banca, en donde los trabaja- dores hicieron paros y asambleas en 18 entidades; artes gráficas, con paros en «Os principales talleres del sector, como Hauser y Menet, Altamira Rotopress, Aguilar; Prensa, en donde se registraron paros y asambleas en varios diarios (tan- to en talleres como en la Redacción) y en numerosas revistas, así como una concentración de unos mil trabajadores ante el Ministerio de Trabajo; transpor- tes y comunicaciones, con la paraliza- ción de un 50 por cien de las líneas de autobuses de la E.M.T. y de otras em- presas privadas, con la continuidad de la huelga de celo en Iberia, y con asam- bleas, paros parciales y concentraciones
en Renfe y Telefónica; Textil, con paros totales y desalojos en varias empresas; sanidad, con paros, asambleas y marchas en varios centros como La Paz, Primero de Octubre, Clínica de la Concepción, Puerta de Hierro; enseñanza, alimenta- ción, etc...
No obstante, el movimiento obrero no se quedó solo en la lucha, Porque, situa- dos con fuerza en el proceso de la “Ac- ción democrática nacional”, en la que
están participando los distintos sectores de la población que luchan por el resta blecimiento de las libertades democrát:- cas en España, los profesionales madrile- ños se sumaron con fuerza a la jornada. En esta dirección se encuentra la suspen- sión de los juicios ante las Magistraturas de Trabajo, efectuada por los abogados laboristas defensores de los trabajadores, y por funcionarios de los citados tribu- nales, previo acuerdo con los letrados de
“las empresas; la concentración de varios
cientos de médicos, ingenieros, arquitec- tos, economistas, etc., en el Museo al Aire Libre; la no celebración, por deci: sión de los actores, de la sesión de la tar- de en 13 teatros; el cierre de 12 galerías de arte y de 60 librerías; las distintas ac- ciones desarrolladas en varios Ministe- rios como Comercio, Hacienda, Asuntos Exteriores y Educación y Ciencia... Posteriormente, el funeral celebrado en memoria de Carlos González, elevo al grado más alto el nivel de combatividad del pueblo madrileño. Obreros, estu- diantes, profesionales, amas de casa y vecinos, se congregaron en cifra cercana a las cien mil personas en la iglesia de
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la Ciudad Universitaria y en ta explans da de acceso a ella. Y con un profundo respeto siguieron la ceremonia religiosa, aplaudiendo en varias ocasiones al sacer- dote que pronunció la homilía, y que, tras subrayar la importancia “política y religiosa” del acto, exigió una investi- gación a fondo sobre el asesinato del jo- ven estudiante y denunció a la “policía
- camuflada”, a “aquellos que matan uti-
lizando el nombre de Cristo Rey”. Con los puños en alto y prendiendo fósforos, lo que daba un aspecto impresionante a la concentración, los miles de asistentes corearon varias veces los gritos de “Car- los, hermano, no te olvidamos” —fras. que figuraba en la pancarta que la Aso- ciación de Ex-presos y Represaliado: Políticos había introducido en el ten:- plo— y “Aquí estamos, nosotros no mu- tamos”, “Vosotros, fascistas, sois los ¡e- rroristas...”
Concluído en perfecto orden el fune- ral, los miles de asistentes recorrieron di- versas calles de Madrid en manifestación pese a la dureza ejercitada por la Policía Armada, que disparó numerosas bombas lacrimógenas y bolas de goma y que diri-
gió sus golpes también contra los perio- distas que cubrían la información. Su tm- tervención represiva, iniciada al finalr- zarse el funeral, pudo haber producido, como consecuencia del pánico que po- día haber sembrado, unas graves conse- cuencias, ya que fueron muchos los de- mócratas que tuvieron que ser atendido: en el Hospital Clínico, tras haber recib: do los golpes de las fuerzas especiales de la Policía Armada que, desde horas an tes del comienzo del acto, se encontraba vigilando en las cercanías del templo. El balance de la jornada resulta altamentu positivo. En este sentido Coordinaciór: Democrática de Madrid hizo público ur: comunicado, en el curso de una Rueda de Prensa, en el que la calificó como “un éxito para las fuerzas democráticas” y resaltó “el carácter pacífico y sereno
demostrado durante las distintas accio- nes, y expresó su “repulsa por el con portamiento de las fuerzas de orden pú-
“ blico, especialmente al término del fu:
neral, que había provocado escenas du
ánico...” E $ MANUEL GRANt:E
MUNDO OBRERO SEMANAL
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Í Algunos dic". bien, pero si no nos dan más que la reforma Y ' " | | hay que aceptarla porque es mejor que nada. Luego, esas posi- |
| ciones las utilizaremos para seguir trabajando por la democra- A
e 3 , cia”, No nyamos que algunos piensen asi, de buena fe. Pero | ique Dios les conserve la vista! Un neofranquismo de esas ca- |
racterísticas, con sectores socialmente decisivos, muy dinámi-
cos, marginados y seriamente conflictivos sería el caldo de cul-
tivo para otra nueva dictadura
Santiago CARRILLO
REEMOS ser conscientes de la gravedad del momento
que España vive, como consecuencia de la prolongada
crisis del sistema, El viejo régimen se desmorona; en sus ruinas acampan la clase política y las tribus qe aquél se- gregara y nutriera, buscando rabiosamente como Sobrevivir a la catástrofe. Pero el nuevo régimen —la democracia .«ún no ha triunfado, Sus fuerzas ocupan grandes espacios, pera no el Po- der todavía. El pueblo sigue sin ser soberano.
Hay crisis de instituciones. Una corona heredada de manos dictatoriales, ilegítimas. Unos órganos “constitucionales” que como el Consejo Nacional días pasados— ya más evocan esce- nas del Museo de figuras de cera que otra cosa. Un Gobierno cuyo presidente tiene que desprenderse de un vicepresidente, que le amenaza con un golpe armado, pero al que no puede sancionar fulminantemente, y no —como oficialmente se expli- ca-- por razones de procedimiento, sino porque a la ultrarreac- ción sólo se la arrincona enter:ando de una vez los vestigios de ese viejo régimen a los que el Gobierno Suárez se aferra.
Pero mientras tanto, la vida española continúa. Con excesivas situaciones dramáticas. La dinámica de la violencia sigue co- brándose nuevas víctimas, Las bandas de pistoleros actúan por- que la represión gubernativa, la inestabilidad política, la ausen- cia de instituciones y soluciones democráticas son su caldo de cultivo. Y se agrava —no menos dramáticamente para el pue- blo, que es quien la sufre— la crisis económica. Y el Gobierno la acentúa recurriendo a las viejas fórmulas. Ineficaces —y por supuesto injustas— porque el pueblo trabajador cuenta hoy con las fuerzas necesarias para rechazarlas.
En vez de sacar las conclusiones que el interés nacional exige, en vez de escuchar a la oposición que serenamente propone ne- gociar la salida de la crisis, abriendo el paso pacífico a la demo- cracia, el Poder persiste en su proyecto de provocar la división de las fuerzas democráticas. Grave proyecto en la medida en que éstas no le hicieran frente con la clarividencia y la decisión precisas.
l las brujas shakesperianas susurraban al oido de Mac-
beth el “tú serás Rey”, aquí, otras brujas andan susu-
rrando: “tú serás la oposición privilegiada del Rey, y ¿por qué no?, tú podrás ser Gobierno del Rey”.
Para mantener el Gobierno de los mismos, con ciertos reto» aues formales, se busca seccionar a la oposición, aislar a la izquierda, discriminar al Partido Comunista, debilitar a la cla- E oraalla contra Coordinación Democrática, dando pábulo
aliento a cuanto en su seno pudiera promover la discordia. ese as el primer objetivo del Poder; y es el primero porque en Coordinación se encuentran unidos los principales partidos y corrientes de las fuerzas democráticas. Y porque en su seno se
ileuado a la formulación más seria, con mayor eco nacional, e PR alternativa democrática, de cambio negociado y pa-
cifico,
Se conspira contra la convergencia de organismos unitarios, a e. nivel del Estado, de todos los pueblos de España. Aquií tam- bién las brujas de Macbeth susurran: “tú serás un interlocutor válido; pero diferénciate de los otros”. Se conspira para rom- per la unidad de las fuerzas políticas de Cataluña; para dificul- tar la unidad de las fuerzas vascas; para debilitarlas en Galicia.
Y para enfrentar a unas y a otras con Coordinación Demo- crática. ]
Se conspira contra la unidad de la clase obrera. Y, particular- a al mente, contra el principal de sus organismos: Comisiones Obreras. También aquí se alienta cuanto pueda provocar el en- frentamiento de las organizaciones sindicales existentes. Y se busca crear otras que, aunque fantasmales, nutran la confu- sión, el desconcierto.
En esas coordenadas está trazado el plan de la reforma polí- tica del Gobierno Suárez. Y sería grave ignorarlo. Y es grave que, consciente o inconscientemente, alguien preste oído a los envenenados susurros de las brujas.
ER conscientes de los elementos, los datos, reales de la dd situación, es lo que nos permite reaccionar con ener- gía y clarividencia. Para impulsar los otros datos exis- tentes, no menos reales y más prometedores, portadores de una auténtica fuerza. Todo la ya alcanzado en Coordinación Democrática, en el entendimiento de organismos unitarios de los diversos pueblos de España, nos estimula —y no pensamos sólo en los comunis- : tas— a proseguir esa marcha. Reforzando los lazos de las gran- Te des corrientes políticas que comunistas, socialistas y demócra- tas cristianos encarnamos. Y persistiendo en la búsqueda de más amplias convergencias, en los sectores moderados e inde- . pendientes de la sociedad española. Todo lo que el pueblo, las grandes masas populares, obreras y ciudadanas están encarnando en estos meses de impresionan- tes movilizaciones, muestra a las corrientes políticas democrá- le ticas dónde reside su fuerza. Quien prestará oídos a las brujas y e” no a las multitudes que en el País Vasco, Cataluña, Madrid, Va-
. lencia, etc., reclaman derechos y libertad ¿a qué futuro po-
drían aspirar? No hay Poder estable, cívico, pacífico en este país al margen de lo que esos pueblos representan y de espal- das a lo que reclaman, :
Decíamos al comienzo que el proyecto “reformista” es grave en la medida en que las tuerzas democráticas no le hicieran frente con la decisión precisa. Decimos, para terminar, que au. nuestro empeño y nuestra confianza residen en la más amplia convergencia unitaria y en la serena movilización del pueblo, de los pueblos de España. Por la libertad sin exclusiones, por el Gobierno de concentración nacional que instaure, de verdad, las bases de la democracia,
FEDERICO MELCHOR
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ENTREVISTA
MARCELINO CAMACHO
En el actual panorma político y social de nuestro país, la cuestión sinciical se hace presente cada vez con mayor peso, y en ella, el papel de Comisiones Obreras vs ciave. " Porello, hemos solicitado a Marcelino Camacho, responsable «del Secretariado ce la Coordinadora General de CC.OO., que hable acerca clel momento actual de Comisiones Obreras.
“Nosotros podríamos responder —nos dice Camacho— que éste es un momento óptimo, en el que, después de las gran- des luchas habidas a lo largo de todo el año, se ha puesto de relieve su influen- cia cada vez mayor. Al mismo tiempo, ese momento es muy especial, pues pre- cisamente cuando nos acercamos a la li- bertad, que estamos conquistando con las otras fuerzas democráticas y obreras, nos encontramos con una verdadera cru- zada contra CC.OO., cuyo origen se en- cuentra en la oligarquía y su dictadurz, que aún sobrevive. Con esta ofensiva contra nosotros, tratarían de marginar a la clase obrera del proceso, o encerrarla en un “ghetto” para contenerla así. En
esta “cruzada” contra CC.OO,, partici- *
pan tanto la superdiestra como la super- siniestra. Es un momento también en que se toleran y actúan abiertamente ca- si todas las organizaciones sindicales, mientras que a CC.OO. se le siguen pro- hibiendo todos sus actos. En lo que a mi se refiere, en la última quincena me han prohibido dos actos y una cena en Tene- rife, otros dos en Las Palmas; después en Albacete, en el contexto de la semana s.ndical, se autorizó a U.G.T. y a U.S.O., y se prohibió a CC.OO. y a mi la inter- vención que nos correspondía. También la cena, incluso amenazando al dueño del restaurante con cerrarle el local so pretexto de que allí se jugaba al “bin- go”. El jueves, acto en Getafe, con Ju- lián Ariza, y el lunes me acaban de co- municar que han prohibido otro acto en Coslada-San Fernando. En cualquier ca- so, los trabajadores que han visto a CC.- 00. siempre a la cabeza de las luchas en estos últimos quince años sabrán sacar sus propias conclusiones”.
—¿Acerca del por qué de estas cliscri- minaciones? —le preguntamos.
—Supongo que se lo plantearán, y es- tamos convencidos en que la respuesta ta encontrarán en que CC.OO. es un sin- dicato que estuvo siempre a la cabeza de la lucha, es su sindicato, al que, si bien
siempre han apoyado, ahora tienen que afiliarse.
LOS PUNTOS CLAVE
“En este contexto —añade Marcelino Camacho-—, y desarrollando los acuerdos de la reciente Asamblea de CC.OO. del Estado Español, celebrada en Barcelona el día 28 de septiembre, se ha decidido culminar el proceso organizativo, y pa- sar a constituir una Confederación Sin- dical de CC.OO., o como finalmente de- cida el Congreso que se llame. Para ello
se plantea ya la necesidad de afiliarse a esta central sindical de CC.OO, sobre las bases provisionales y los principios que dicha reunión del Secretariado ha apro- bado.”
=¿Cómo y cuándo sería esa afilia- ción?
—La afiliación, es decir, el reparto de carnets, se iniciaría ya mismo, y con ello el proceso de asambleas en centros de trabajo. Locales primero, y después con- gresos provinciales y de rama, de Catalu- ña, de Euskadi, de Galicia, culminando todos ellos en un Congreso a nivel del Estado Español, hacia finales de año. Es- tá claro que este congreso giraría en tor- no a los objetivos centrales de la clase obrera del Estado Español.
—¿Cuáles serían estos puntos clave, en el momento actual?
—Serían la conquista de las libertades sindicales, democráticas y nacionales. La defensa de las reivindicaciones inmedia- tas de los trabajadores en su ligazón con una perspectiva de clase, partiendo de conseguir un aumento de seis mil pese- tas lineales mensuales, un puesto de tra- bajo para cada uno de los parados —y mientras tanto, un subsidio de paro sufi- ciente para todos, y pensiones-dignas pa- ra jubilados y pensionistas—, así como un apoyo resuelto a los pequeños pro- pietarios del campo y de la ciudad, ago- biados por la crisis.
- Y más en profundidad...
—El otro tema importante a tratar se situaría en el reforzamiento de la unidad sindical de los trabajadores y, por su- puesto, un problema de primer orden a resolver sería el de desarrollar más la or- ganización y la fuerza de esta confedera- ción sindical de CC,OO., ya que de su fuerza y de su unidad depende en gran parte que todo lo anterior pueda ser rea- lizado. Comisiones Obreras han sido en el pasado, en el presente, y creemos que en el futuro, clave para las victorias de los trabajadores.
th.
SEGUNDA EDICIÓN DE ARIAS-FRAGA___.__
—Y a un alto precio, ¿no?
—De CC.OO. salireron en los últimos diez años más del 90 por ciento de to: dos los presos por motivaciones sindica- les, y la inmensa mayoría de los despe- didos y represaliados por defender los intereses de los trabajadores.
—El régimen habla de reforma sindi- cal...
—No queremos hacer profecias sobre lo que va a pasar con proyectos que aun desconocemos --10s cice el hombre de CC.OO. -, pero de las características de este gobierno, segunda edición corregida y aumentada del equipo Arias - Fraga, pocas cosas podemos esperar los traba- jadores. En lo que se refiere a la reforma sindical, una segunda edición de la ley de asociaciones políticas, en otra venta: nilla, totalmente inaceptable para ¡os trabajadores. Y en cuanto a los planes económicos, están claros: se va al blo- queo salarial y, en general, a intentar cargar sobre nuestras espaldas si crisis económica. Si bien, como ya señaló CC.- OO., ésto en la práctica no sería sino una declaración de guerra a los trabaja- dores, a la que tendríamos que respon: der masiva y unitariamente.
Y ahí, como se decia antes Comisio- nes Obreras deberá cubrir un papel cla- ve, Eno us así?
—Desde su creación por los trabajado- res, Comisiones Obreras han sido, en la práctica, un sindicato obrero de nuevo tipo, que con base en la asamblea y en la democracia, aunque con escaso grado de organización, juegan desde su primera fase, entre los años 56-64, un papel im-
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portante. En los últimos doce años, el grado de organización crece y se desa- rrolla conjuntamente con las grandes lu- chas obreras. En este momento, CC.OO, han sido las principales protagonistas, cuando no las únicas, de estas luchas rei- vindicativas.
ORGANIZARSE MAS
¿Y ahora?
—El grado de organización es ya muy elevado, pero todavía insuficiente. Exis- ten ya las comisiones en los principales centros industriales y en todas las pro- viencias, también en Euskadi, Galicia y Cataluña, así como la Coordinadora y el Secretariado General a nivel de Estado. Las luchas alcanzan ya un gran nivel, y el grado de organización también, pero todavía, insisto, es insuficiente. Si bien, eso es verdad, ya la clase obrera no só- lo se defiende, sino que contraataca. Hay grandes conquistas, se rompe el blo- queo salarial, se impone la asamblea... El tirunfo en las elecciones sindicales del 75 y la muerte de Franco, en el contex- to de una crisis económica, social, polí- tica, etc,, que se agrava, nos indica que estamos en presencia de una nueva etapa y, por tanto, CC.OO. presenta su alter- nativa sindical.
=¿En qué consiste ésta?
—En primer lugar, forma parte de: la alternativa democrática. Teniendo en cuenta que la liburtad sindical es un ele- mento de las libertades democráticas y nacionales, se pronuncia por la ruptura sindical y la presión de los trabajadores —conjuntamente con las fuerzas demo- cráticas— como medio de conseguirla, y propone, al igual que al nivel político, la soberanía nacional y democrática, con- seguirla a través de un período constitu- yente, precedido, como es lógico, por un pleno restablecimiento de las liberta- des democráticas y la constitución de un
gobierno provisional representativo de todas las tendencias. El período consti- tuyente sindical lo consideramos, en es- ta alternativa, implícito en el documen- to de finales del 75 sobre unidad sindi- cal, parte del proceso constituyente po- lítico general del país.
UN CONSTITUYENTE
—- ¿Cuál sería el procedimiento?
—Se trataría de ir a un Congreso Obre- ro Libre Constituyente, tras la conquista de esta libertad, en el que los trabajado- res tuvieran la última palabra. De este congreso obrero, nosotros siempre acep- taríamos la posición de los trabajadores, y aún defendiendo la unidad sindical en la libertad, sin la cual no creemos que haya emancipación de nuestra clase, aceptaríamos el fallo libre y democráti- co de los trabajadores. Y esto, aunque fuera el de crear varias centrales sindica- les, por más que siguiéramos defendien- do nuestra postura de unidad en la li- bertad.
—¿En qué forma?
—Comisiones Obreras propondría el que saliera del congreso obrero constitu- yente una Confederación, Federación o Unión General, que fuera un movimien- to sindical organizado de carácter socio- político, de masas y de clases, democrá- tico e independiente, que respetara las diversas corrientes que existen en su se- no, que eligiera sus Organos dirigentes en elecciones proporcionales, y que tomara sus grandes decisiones por mayorías de dos tercios o tres cuartos. Simultánea- mente a la existencia de esta central uni- taria, en la que estaríamos todos, man- tendríamos todavía, y durante un perío- do “'de rodaje”, las organizaciones cris- talizadas existentes: CC.OO,, U.G.T., U.S.O., etc. De esa manera, estaríamos ya viviendo en la “casa grande” de to- dos, que habríamos construído entre to- dos, y aún no derribaríamos las medias y pequeñas en las que habríamos vivido hasta entonces. De tal forma, si alguien no se sentía a gusto o se creía estrecho, podría volver a estar en “su casa” de an; tes, aún no derribada.
POR ETAPAS
—¿Cuál es la viabilidad inmediata de esta propuesta de CC.0O.?
—En la medida en que se acelera la cri- sis, vamos viendo, a través de la práctica, que ni U.G.T. ni U.S.O., etc., aceptan, al menos de momento, esta propuesta. Lo que significa la casi imposibilidad de al- canzar la unidad sindical con la ruptura.
Al menos, en esa primera etapa que <io2 a la conquista de fa libertad. Es por esto, y por las necesidades frente ¡1 los mona polios —que intentan cargar su crisis económica sobre nuestras espaldas— po: lo que nos parece de una importancia grande la unidad entre U,S.O.-U.G.T.- CC.0O,, a través de la C.O.S. Es un paso que debe servir desde ya para defender unidos las reivindicaciones que se pre- sentan en el programa comun. Además, esta acción hay que situarla en la pers- pectiva de la unidad sindical
—En ese sentido, ¿qué se presenta co- rro urgencia inmediata?
—Por todo lo anterior, como decíamos antes, ha ido pasando a un primer plano la necesidad y la urgencia de culminar nuestra constitución como Confedera- ción Sindical de CC.OO., y de iniciar, sin esperar a más, la afiliación a estos sindicatos de nuevo tipo.
=¿Cómo podrian definirse éstos?
—La forma y el fondo de los sindica- tos de nuevo tipo se encuentran en el es- quema aprobado por el secretariado de CC.OO. Estas, en el actual momento, ac- tuarían en una triple dirección. Por una parte, seguirían defendiendo la unidad sindical, a traves del Congreso Obrero Constituyente, a cierto plazo. En lo in- mediato, a través de la unidad de acción en la C.O.S. y su programa reivindicati- vo, el luchar juntos nos permitiría acos- tumbranos a vivir juntos y avanzar por
la vía de la unidad sindical. Además, se *
situaría en primer plano ia culminación de su proceso organizativo como confe- deración sindical de CC.OO., como ga- rantía de que todo lo anterior se lleva- ría a cabo.
AFILIACION DESDE YA
Sería, como se ha dicho antes, cl desarrollo lógico de un proceso...
—Y también la culminación, insisto, de ese proceso que hizo que CC.OO., en tanto que sindicato de nuevo tipo, pasa- ra de la primera fase, sin casi organiza: ción, a la segunda, en que constituye ya una gran fuerza, un gran movimiento or- ganizativo —aunque todavía la oryaniza- cion sea débil-, y luego a esta tercera fase, en la que, al empezar inmediata: mente la afiliación a esta central, con sus federaciones y sindicatos correspon: dientes, configuramos lo esencial del simn- dicato de nuevo tipo. Sin los primeros pasos no hubieran sido posibles los pos- teriores del éxito de las luchas que se han sucedido y el debilitamiento de la dictadura que ha sido su consecuencis, y no hubiéramos podido pasar por estas etapas previas a ia creación de esa Con-
federación Sindical de CC.DO., o como el Congreso decida que se llame,
— ¿Alguna cosa más para terminar?
—Estoy seguro de que nuestros com- pañeros y amigos, los que nos conocie- ron siempre a la cabeza de la lucha, en resumen, los que estuvieron o simpatiza- ron con CC.OO,, pasarán ya misma e afiliarse a este sindicato de las CC.,OG
(Declaraciones recogidas nor MANUEL PAIS)
CONGELACION SALARIAL
UE prepara el Gobierno para ha- cer frente a una situación eco-
Y nómica Cada vez más angustio- sa? ¿Qué se cuece en las reuniones del Consejo de Ministros que tanto miedo se tiene a presentarlo a la opinión pública? No hace falta pensar mucho para dedu- cir que no sólo van a ser unas medidas impopulares, de lo contrario s» las airea- ría como corresponde, sino unas medi- rlas antipopulares.
Porque lo que el Gobierno está prepa- rando es sencillamente una congelación salarial. Como ocurrió con Villar Mir,